Sopla dientes de león
En mi paseo, hoy le pedí permiso y me acompaña un Diente de León, delicado molinillo de agujas de algodón.
Soplo y pido un deseo, veo como sus aspitas ligeras se esparcen entregadas a la brisa… Os comparto mi deseo, no es un secreto: deseo desear siempre, conservar el deseo de aprender y aprender del deseo, junto a las niñas y los niños…y que ellas, ellos, puedan conectar, expandir y transitar los suyos.
Y cuando soplo sobre esta nubecita de esperanza, por un momento, escondo mis dientes y entrego mi aliento, mis aspiraciones, en una expiración en calma, confiada… Como nos dice Muerdo en su canción “Claridad”: “¡Sopla viento y avívame, sopla viento…!”… ¡Llévame, como un molinete, a dónde no me atrevo a llegar!
Un día, en La Violeta, inventamos esta canción en honor a los deseos y los sueños. y nos aventuramos a grabarla… Gracias Juancar, juglar de La Violeta, por todas las sonrisas que fueron eco de tu voz y tu guitarra. De este modo, La Violeta, se convirtió en un “Junterial”. Eso le pareció a Clara con tres años, en uno de esos ratitos de risas y canciones…
Sopla dientes de león
Viento, que sopla, flores del campo,
aspas que giran, Dientes de León.
Molinos, molinetes, son diablillos,
Dientes de León.
Pide un deseo y sopla,
gira que gira y gira y gira
hará tus sueños realidad.
Viento, que sopla, flores del campo,
aspas que giran, Dientes de León.
Semillas, que hacen cosquillas
y maravillas, los Dientes de León.
Pide un deseo y sopla,
gira que gira y gira y gira
hará tus sueños realidad
En esquinas, en cajones,
hay pelusas y ratones
Y en el campo….
¡Busca dientes de león!
Música: Juan Carlos Sampayo, variación de un estudio de Anton Diabelli
Letra: Gema Cotallo
Guitarra y voz: Juan Carlos Sampayo
Voz: Paloma Campoamor
Flauta travesera: Cristina Jarabo
En ocasiones, también me permito, mostrar mi furia de león, me gusta rugir y mi rugido mueve, impacta y aleja de mi avalanchas negras,grises… Mis dientes me protegen y he aprendido a rugir para no morder.
Foto Pixabay
A través de esta danza, quiero transitar la suavidad, la delicadeza, tanto como la contundencia y la firmeza. Distinguir cómo, cuándo, sacar mis dientes o guardarlos. Acompañar mi rabia, la rabia de las niñas y niños, acogerme, acoger con ternura y firmeza. Me interesa esa danza que nos reta a buscar el equilibrio, entre contener, expandir, expresar, limitar, acoger… Esto siempre implica aprender a mirar, mirarnos… Cultivemos una mirada GRANDE, profunda, que nos acoja, que les acoja, en todas nuestras versiones… para no morder, para no terminar mordiéndonos…
En la búsqueda del equilibrio, la Vida nos regala una cuerdecita que seguir, pero los pasos los hemos de dar nosotras, nosotros. La cuerda a veces se percibe inestable, no vemos el final, aparece el vértigo…Una invitación constante de la “vida cuerda” a confiar, a que nos centremos solo en cada uno de los pasos. Cada niña, cada niño camina, transita su cuerdecita y ha de ser a su ritmo. Los adultos ofrecemos, les brindamos nuestra aceptación y nuestra confianza, que en ocasiones, supone mucho más que tenderles la mano…
Foto Pixabay
Era un deseo, es un deseo, un placer, poder ofreceros nuestras nuevas formaciones para el curso 2019/20.
¡Soplamos y aquí están!
Para y por una “escuela cuerda” que se está gestando entre todas, todos, juntas, juntos, pasito a paso… ¡Contad con La Violeta si su esencia puede serviros de impulso, de inspiración… inspiraciones, expiraciones, ASPIRACIONES… Ponemos nuestra experiencia, ilusión, ternura, contundencia, incertidumbre, creatividad, fuerza… a vuestra disposición, a través de nuestras propuestas y compromiso con la formación.
Si quieres ampliar información e inscripciones puedes pinchar aquí abajo. Te agradecemos si nos ayudas a difundir. ¡Gracias!
0 comentarios