Tiempo de valientes y dulces Violetas
¡Bienvenidas Violetas, es momento de brotar y desperezarse!
Violeta, color que invita a la transformación, que viste y arropa el cambio, aroma que evoca la dulzura…
Querida Violeta Parra, hay que tener mucha fuerza y energía para defender la ternura. La ternura no se protege desde las actitudes de indefinición, desde el miedo y la pasividad. La ternura y la delicadeza están cargadas de fuerza, porque son la esencia pura, auténtica de nuestra condición humana. ¿Me das la mano? ¡Demos este paseo juntas por los «Jardines humanos». Compañera esencial, te invito a pasear por el jardín Violeta por el que juguetean niñas y niños, mariposas, gallinas, ardillas de pino a pino y orugas majestuosas, personas grandes con corazón de niño, y flores, delicadas flores…
VIOLETA PARRA, «En los jardines humanos»
«En los jardines humanos
que adornan toda la tierra
pretendo de hacer un ramo
de amor y condescendencia»
«Permiso para cortar
la flor del comprendimiento,
la hierba de la esperanza,
la hojita del sentimiento
Querido Gianni Rodari tu flor violeta renacedora, no pasea por jardines coloridos. ¡Te acompaño de paseo por el resbaladizo hielo, por las llanuras desiertas, en las que está todo por hacer y por perderse, deshacerse! Ese horizonte de blancura, el horizonte imaginado, que nos reta a seguir sembrando sueños y violetas y a estar dispuestos a petrificarnos como estatuas de hielo, si hiciera falta. No es el final de una historia, solo una manera de conservar intacto lo importante, la esencia de los sueños: niños, niñas, una casa, juegos, calor...
«Aquella noche corrió por todo el Polo un pavoroso crujido. Los hielos eternos se estremecían como vidrios y en diferentes puntos se quebraron. La violeta emanó un perfume más intenso, como si hubiese decidido derretir de una sola vez el inmenso desierto helado, para transformarlo en un mar azul y cálido, o en un prado de terciopelo verde. El esfuerzo la agotó. Al amanecer la vieron marchitarse, doblarse sobre su tallo, perder el color y la vida. Traducido a nuestras palabras y a nuestro idioma, su último pensamiento debió ser más o menos este; «Sí, me estoy muriendo, pero era necesario que alguien empezase, un día las violetas llegarán hasta aquí a millones, los hielos se derretirán y aquí habrá islas, casas y niños”.»
Del precioso cuento de Gianni Rodari, «Una Violeta en el Polo Norte». Ediciones Laberinto
Y, como el frío ya está aquí, os animo a observar y aprender sobre esta pequeña flor silvestre, la de verdad, la de hojita y pétalo, la valiente, la aromática y contagiosa Viola alba ssp.dehnhardtii. Veréis que, en este momento, está desperezándose…Si os apetece ampliar información, os invito a ver este vídeo del programa «Aquí la Tierra» de RTVE
Y las Violetas de caramelo…
Quizá queráis recolectarlas con cuidado, como hicimos en La Violeta, y jugar con ellas, saborear toda su esencia, ya sabéis que se pueden transformar en caramelos
https://www.alacartaparados.es/violetas-confitadas/
También inspiran y se transformarse en canciones…
La puerta Violeta, Rozalén
Ramito de Violetas, Cecilia
Espero que hayáis disfrutado de este Post, Quizá os apetezca compartirlo y contagiar «esencia de violeta». Todo va transformándose, al compás de la Esencia, hacia ese horizonte que nos invita a crear, a cuidar y a dar forma al Amor.
¡Gracias por seguirme!
Gema Cotallo
Tus letras y tus palabras me inspiran siempre.
¡Qué suerte que prontito volveré a escucharte!
Un abrazo violeta
Graciaa! Sonia! Qué bien volver a coincidir!
Estas hecha una poetisa. Dedícate a escribir porque amar no solo es amar es también enseñar a amar.
Gracias, duende misterioso! je..je…
Gracias hermosa y bella mujer inspiradora de ternura, sabiduría y belleza, con color y olor a violeta
Gracias Ani, compañera de jardín!